
El museo está sobre una colina cerca del mar con unas vistas muy chulas. Algunos esperábamos ver tiranosaurios correteando por todos lados, así como en la peli, pero todo eran huesos, piedras, dibujos y cosas por el estilo. Pero lo que es vivo no había nada.
Casi nos quejamos pero Antonio nos explicó que los dinosaurios estaban extintos, luego nos explicó lo que significaba extintos y ya por fin nos quedamos conformes.

A partir de ahí la visita fue estupenda y moló mogollón viendo restos de tiempos tan antiguos. Había muchos videos explicativos de esos que tocas en la pantalla y montones de piedras con cosas que ponía que eran restos de bichos prehistóricos.
Pero lo mejor fue cuando bajamos a comer a la playa de la griega y allí vimos auténticas huellas de dinosaurio grabadas en la roca.
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